En la carretera México-Toluca han existido incontables muertes y accidentes debido a sus curvas peligrosas, neblina, entre otros factores naturales, sin embargo hay una leyenda oscura que dice que la verdadera y espeluznante razón de las tragedias, es que el kilometro 31 esta embrujado por espíritus que tuvieron la desdicha de morir asesinados en ese tramo de la carretera.
Se cuenta que constructores de la carretera fueron asesinados en el kilometro 31 de una forma atroz, por lo que sus espíritus se quedaron atrapados en el siniestro lugar, así como se habla también de unos monjes que habitaban en el muy cercando ex convento de “El Desierto de los Leones”, donde seguramente algunos fallecieron y por algún motivo desconocido, ellos no han podido trascender.
La veracidad de estas antiguas historias podría confirmarse con los testimonios de personas que han sobrevivido a los accidentes de coche, pues comentan que hombres vestidos de civiles y monjes de negro, se aparecen de pronto caminando sin rumbo en la carretera, desconcentrando a los conductores en la oscuridad de la noche, provocando que el carro pierda el rumbo y se estrellen.
Y aunque estos fantasmas son aterradores, se cuenta de otro espíritu que vive en el kilómetro 31, pero a diferencia de las almas perdidas, este es un ente maligno, se trata de un niño maldito…
Se ha dicho que este niño murió ahogado y asesinado por su madre, por lo que su espíritu quedó condenado a vivir entre el mundo de los vivos y los muertos, es tanta la furia de este espectro por no poder descansar, ni olvidar, que quiere causar el mal como a el se lo causaron, así que de manera mal intencionada el busca que otras almas se unan a el, en el frio lado de la muerte.
Los desafortunados testigos que se han topado con este espíritu malvado, cuentan que el niño se cruza de repente en la curva, y ellos pueden sentir como lo arrollan, como si se tratase de una persona de carne y hueso, sin embargo cuando ellos se bajan nerviosos y asustados para ver donde esta el cuerpo del niño, ellos no lo pueden encontrar, pero se escuchan pisadas que corren del otro lado del carro, como si alguien estuviera jugando con ellos a las escondidillas, cuando ellos se agachan a buscar debajo del carro, es cuando pueden ver que el niño es un espectro, pues su rostro es pálido como el de los muertos y sus ojos rojos como los de un demonio.
El ente observa a la víctima profundamente a los ojos, para que la persona nunca pueda olvidar aquella perturbadora mirada, hasta que de pronto el niño desaparece, los conductores se suben al carro y continúan su camino, pero debido a su angustia y terror por lo que pasaron, suelen accidentarse poco más adelante, los testigos sobrevivientes aseguran que después de esa infernal noche, el niño los acompaña en sus pesadillas.
Son tantas las paranormales y tétricas historias que se cuentan respecto a este kilómetro, que se filmó una película dedicada a este terrorífico lugar llamada: “Kilómetro 31”, en donde en una de sus grabaciones se puede escuchar la voz de un niño que no estaba en la filmación…
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